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domingo, 10 de junio de 2012

Nueva Edificación

La estructura de $7,5 millones, correspondiente a la segunda fase del colegio municipal Eugenio Espejo, será entregada el 30 de junio, de acuerdo al ingeniero Rodrigo González, de la constructora Riascos & Riascos.
Edificios con rampas de acceso para discapacitados, conexión a Internet, canchas de balonmano, de fútbol y de baloncesto, biblioteca, teatro y laboratorios y bares se reparten en un terreno con una extensión total de 13 500 m².


De acuerdo al constructor, la edificación de la segunda fase del colegio comenzó el 22 de noviembre de 2010. La constructora preveía que la obra se entregara el pasado mes de mayo, pero algunos inconvenientes (condición del suelo, humedad, etc.) hicieron que la fecha se pospusiera.


Según González, estos problemas técnicos no incidieron solo en la fecha de entrega, sino también en el presupuesto. A los $5 millones iniciales, el Cabildo tuvo que sumar $2,5 millones extra para poder terminar la obra. La cifra equivale casi a la cuarta parte del presupuesto que el Municipio de Quito asigna para educación ($29 millones).


El secretario de Educación municipal, Juan Samaniego, informó a este diario que, desde septiembre, "va a estar junta toda la familia del Espejo".
La sección primaria, que funciona en la calle Río de Janeiro, entre avenida América y calle Manuel Larrea (centro de la capital), será llevada a las instalaciones en Pusuquí, en donde ha venido funcionando la sección secundaria.

Samaniego indicó que el plantel no ampliará sus cupos para estudiantes y que la nueva infraestructura beneficiará a alrededor de 2 500 alumnos, cantidad equivalente al 12,5% del total de estudiantes que dependen del Distrito Metropolitano.

De los 13 500 m² de construcción, la segunda fase del colegio tiene 6 200 m² de áreas verdes. El ingeniero González argumentó que esto se debe a que las áreas verdes son más difíciles de dividir que las áreas de concreto y a que, "en aras de una mejor organización, se decidió hacer la mayor parte de áreas recreativas en concreto".

El nuevo lugar tendrá una sección para educación inicial, la que consta de unas cómodas aulas con acceso a un pequeño patio con césped, lavamanos para el profesor y para los niños, terrazas con areneras, huertas, resbaladeras, etc.
                                                                                                                                 
El colegio utilizará un sistema de circulación vehicular interno. Los buses dejarán a los estudiantes al frente de cada edificio correspondiente para agilitar la llegada de los estudiantes a sus aulas.
Las clases tienen una capacidad máxima de 35 alumnos por año escolar.

Ocho edificios: cinco para aulas y tres para laboratorios y talleres de expresión artística; tres bares y pantallas LCD gigantes en cada salón son algunos de los beneficios de los que disfrutarán los estudiantes de este centro educativo.

A decir de Samaniego, de los 35 establecimientos que dependen del Municipio, el Eugenio Espejo fue elegido para ser relocalizado porque la parte de secundaria funcionaba ya desde algunos años atrás en Pusuquí. "Lo que estamos haciendo es reunificar esta institución", explicó.

Samaniego aseguró además que la inversión en la unidad educativa no generará desigualdad entre los planteles dependientes del Municipio. "Los chicos de educación pública tienen derecho a tener instalaciones de primera. Lo que vamos a hacer más adelante es mejorar las instalaciones de otros colegios de acuerdo a los recursos que tengamos", explicó el funcionario. (TCF)

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